martes, 12 de mayo de 2009

Entrevista DIARIO DE CÁDIZ (2009)


"Mi alma saluda a tu alma" podría ser la traducción aproximada de "namasté". Y debe ser, a juzgar por lo que se ve en la exposición colectiva del Colegio de Arquitectos, un alma plácida. La colectiva de Hassan Bensiamar, Luisa Lasanta y José María Cortés reúne los óleos, acuarelas y dibujos inspirados por el viaje que realizaron a la India el pasado mes de noviembre. "Como coincidimos con los atentados, nos propusieron fletar un avión de regreso -apunta Luisa Lasanta- y todos dijimos que no". De algo hay que morir.

Dado que la visita se incluía en el viaje de estudios organizado por el Colegio, sus trabajos reflejan, sobre todo, conceptos arquitectónicos. Y frente al golpe de color y estímulos que es la realidad india, las obras expuestas recogen una luz plácida y pulso calmo.

"La gente allí, especialmente, las mujeres -comenta Lasanta- tiene un sentido de la estética y de la elegancia innatos, se nota en la forma de andar y de vivir, en la manera de moverse..."

"Lo que sentimos -comenta Bensiamar- es no haber podido traer todo el color, todos los olores... la sensación del tiempo. El tiempo transcurre en India de otra forma".

A Bensiamar, de origen bereber, el viaje a India le ha vuelto a traer los sabores de hace treinta o cuarenta años en el Rif. Los cánticos de júbilo de las mujeres de uno y otro lugar son también muy similares. Pero también son numerosas las similitudes con Andalucía. "Tienen una actitud relajada ante la vida y, al igual que aquí, una naturaleza más liberada -comenta el marroquí.-. Y el peso de la vida en la calle, claro". Las comidas, el aseo, las charlas, los juegos... todo se hace a la vista. "Es una realidad que representa como ninguna otra que se puede ser feliz en mitad de la miseria -indica José María Cortés-. Allí te das cuenta de cómo es la vida".

Recuerda Cortés el axioma de que para orientarse hay que ir a Oriente, y menciona la espiritualidad alegre que envuelve todo ese universo propio, de gran pureza, que apenas ha sido contaminado.

"Para conocer Occidente es de mucha ayuda conocer también Oriente -indica Luisa Lasanta-. Al fin y al cabo, el arte siempre ha terminado recurriendo a lo oriental, es como volver a lo primigenio, al inicio".

En la pared, junto a bocetos de la mano de Chandigarh, aparecen versos de El poema del ángulo recto: "A manos llenas he recibido, a manos llenas doy -decía Le Corbusier, pero podría decir también la India-. La mano está abierta para recibir, para que vengan y tomen".

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